Alertas tempranas para todas las personas

Ideas y acciones para que la Meta G del Marco de Sendai incluya a todas, todes y todos.

Fuente de la fotografía: PNUD México

Cada año el 13 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (DIRRD) y se celebra destacando un tema central vinculado a las metas del Marco Sendai. Este año se eligió la Meta G, asociada a la disponibilidad e incremento de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) multiamenaza como elementos clave para la prevención y evaluaciones sobre riesgo de desastre.

Como parte de esta acción temprana, los SAT requieren un conjunto de capacidades para generar y difundir información de alerta que llegue oportunamente a todas las personas, comunidades y organizaciones para la toma de decisiones ante escenarios de amenaza.

Debe considerarse el fortalecimiento de los cuatro componentes de los SAT: conocimiento sobre el riesgo de desastre, servicio de seguimiento y alerta, difusión y comunicación y capacidad de respuesta. Asimismo, se deben reforzar los SAT nacionales, como los comunitarios, creando condiciones locales y organizativas que complemente el sistema nacional ante escenarios multiamenaza.

Los SAT además del conocimiento de los riesgos, deben integrar el análisis de las condiciones de vulnerabilidad, capacidad y grado de exposición diferenciada, la capacidad de respuesta, el monitoreo y la alerta, la difusión y comunicación, que incorporen el enfoque interseccional para asegurarse que nadie se quede atrás. En este sentido, los SAT centrados en las personas contribuyen con la reducción de los daños a la población, los bienes, los medios de vida y presentan mejores escenarios para la toma de decisiones.

Los análisis interseccionales deben incorporarse en los cuatro elementos que componen la constitución de un SAT, la planificación, puesta en práctica, comunicación y monitoreo de estos sistemas. Las diversas poblaciones que cohabitan en un lugar deben estar involucradas, contar con acceso a la información y que sus capacidades diferenciadas sean tomadas en cuenta en la toma de decisiones.

Para que esto sea una realidad es importante tomar en cuenta acciones como:

• Articulación interinstitucional y entre organizaciones comunitarias, en las que se incluya a colectivos o asociaciones conformadas por mujeres, pueblos indígenas, personas afrodescendientes , personas con discapacidad, niñez, adolescencia, personas adultas mayores, poblaciones LGTBIQ+, y cualquier otra población que esté presente en la comunidad; así como las instancias nacionales o locales que trabajen por la inclusión de los derechos humanos como los Ministerios de las Mujeres y Géneros o instituciones que abordan el trabajo con la niñez.

• Diagnósticos y mapeos de riesgo participativos e interseccionales, en los que se realicen procesos de construcción participativa y colaborativa con diversas poblaciones y grupos que visibilicen e identifiquen las vulnerabilidades diferenciadas en sus territorios, así como la identificación de necesidades.

• Campañas de comunicación, difusión de la información sobre SAT y alertas con lenguaje inclusivo, el cual debe contemplar el lenguaje no sexista, en los distintos idiomas que se requieran, y considerando las capacidades diversas que existan entre las personas, tal como lenguaje en señas, productos auditivos u otros.

• Gestión de albergues con enfoque género sensible; en los casos que se requiera habilitar un albergue es imperante que todo el personal de primera respuesta tenga una capacitación y sensibilización, así como la comunidad en general que preste apoyo al proceso de atención de albergues, para respetar las identidades de género diversas y asegurar espacios seguros para todas las personas. Es fundamental considerar protocolos de atención y derivación de casos de Violencia Basada en Género (VBG) y contra las Mujeres (VcM) o articular con los centros de refugio específico para personas que sufren cualquier tipo de violencia.

• Priorizar la atención y las acciones tempranas según las condiciones de vulnerabilidad diferenciada. En escenarios donde se requiere priorizar, es importante tomar en cuenta personas adultas mayores, con movilidad limitada, oxígeno dependientes, embarazadas, u otras que requieran ayuda para salir de los escenarios de riesgo inminentes. El acompañamiento de acciones de preparación ante eventos que involucren a personas con discapacidad en las que se les dé un rol de activo en las acciones y no solamente un rol de ser evacuadas.